Hija de un Rey
Es impresionante la capacidad que tenemos de asombrarnos cuando vemos a la realeza terrenal. Que si el príncipe de España, la princesa de aquí y la reina de acá, y estos seres humanos se han convertido en personas de la vida publica. ¿Quién de nosotros no se enteró de la muerte de Lady Diana, o del nuevo matrimonio del príncipe Carlos? De hecho, en España, aún en estos tiempos, hay un día especial en el que la realeza “desfila”, por así decirlo, y la población se reúne para verlos pasar. Y cuando pensamos en ellos, en sus hijos y sus nietos, solemos decir “Ah, pero ellos no tienen problemas, tienen la vida resuelta”. En esta mañana quiero plantearte una realidad, solemos ver a Dios como nuestro Señor, como un padre, pero pocas veces lo vemos como un Rey.
Y al ser Dios el Rey, nosotros sus hijos venimos a ser… los príncipes y princesas, ¿verdad? Por lo tanto, aunque suene extraño, nosotros también tenemos “la vida resuelta”. OJO! Esto no significa que no tengamos que trabajar, y que nos vamos a sentar a rascarnos la panza, sino que significa que podemos tener la seguridad de que existe un plan mas allá de nacer, crecer, reproducirnos y morir.. Dios tiene un plan para cada una de nuestras vidas, y es ese plan el que debemos de buscar y anhelar. La Palabra de Dios dice en Proverbios 21: “En las manos del Señor el corazón del rey es como un rio: sigue el curso que el Señor le ha trazado”. Vivimos en una época en la que el éxito de las personas se mide de acuerdo a sus logros académicos, o al tamaño de sus bienes materiales, llámese casas, autos o ropa. Sin embargo, el verdadero éxito de un cristiano es conocer el propósito que Dios tiene y llevarlo a cabo obedeciendo los principios bíblicos y convirtiéndose cada vez más en la persona de Jesucristo.
Tal vez tú puedas decir en este día que no te sientes como una princesa, que tu ropa, tu casa, tu matrimonio, tu escuela, tu vida no corresponde a la de una hija de un Rey. Y quiero retarte a que empieces a mirar a Dios como tu Padre y tu Rey. Te presentare a continuación 7 características de una verdadera princesa, son solo algunas de las promesas que Dios nos da en su Palabra:
1. Todo lo que toca una princesa prospera:
“Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?” (Deuteronomio 10:12-13)
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. (Mateo 6:33)
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Josué 1:8
2. Una princesa honra a sus padres:
“Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las enseñanzas de tu madre” Prov 1:9
3. Una princesa es una persona integra:
“…los íntegros cuentan con el favor de Dios” Prov 14:9
4. Una princesa es sabia:
“Vale mas la sabiduría que las piedras preciosas” Prov 8:11
“el sabio de corazón controla su boca” Prov 16:23
Dios se regocija y se alegra en lo intimo de su ser cuando somos sabios, dice proverbios 23:15-16
5. … su boca es una fuente de vida
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” ( Filipenses” 4:8)
6. … es humilde
“Recompensa de la humildad y del temor del Señor son las riquezas, la honra y la vida”. Proverbios 22:4
7. … es diligente
“Has visto a alguien diligente en su trabajo? Se codeara con reyes, y nunca será un Don Nadie”. Proverbios 22:29
Hay muchas otras características que debemos de buscar, hasta llegar a la estatura del varón perfecto que es Jesús. Te invito a que las descubras en la Palabra de Dios, que es nuestro instructivo de vida.
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